Los empresarios quieren gremios menos rígidos y más modernos

Pagani, Constantini y Grobocopatel explicaron cómo creen que deberían transformarse los sindicatos, desde cómo plantean las relaciones laborales a cómo se paran de cara al mercado de trabajo del futuro.
Los empresarios reunidos en la convención anual del IAEF buscan que el cambio cultural que impulsa el gobierno también alcance a los sindicatos. Requieren que los sindicatos cambien la forma en que manejan las relaciones laborales y plantean que se deberá pensar el mundo laboral en el futuro, también dentro del marco de buscar nuevos mecanismos para ganar competitividad, según dijeron a El Cronista.
Para Luis Pagani, presidente de Arcor, los sindicatos “se tienen que aggiornar” en el manejo de las negociaciones con las empresas y dando capacitación.
Dijo que Argentina tiene una mano de obra más entrenada que el resto y que aunque es también "un país con una mano de obra más cara que los vecinos", eso "es importante para el mercado interno". Por eso planteó que hay que “buscar la competitividad en otros aspectos”, sin devaluar ni bajar el nivel de salarios.
También descartó una flexibilización laboral. “Siempre vemos los del sector y no los que están afuera. ¿Qué hacemos con la mano de obra precarizada?, algo hay que hacer”, dijo. Señaló además que las que toman mano de obra son más las pymes que las grandes, y que puede resultarles difícil “si no se las ayuda en este contexto laboral”. Una forma de ayudarlas, apuntó, sería bajando la litigiosidad, algo que se está buscando hoy desde el Gobierno con la nueva ley de ART, y bajar las tasas de los aportes patronales en lugares inhóspitos, lo que, dijo, podría funcionar como "un incentivo para que la gente se capacite”.
Isela Constantini, presidenta de Aerolíneas Argentinas (AA), mencionó que “cuando uno tiene que ser parte del cambio, está incómodo" y pidió "ver lo que cada uno puede hacer desde su lugar”. Se quejó del paro sorpresivo “de locura” de 16 horas de la semana pasada en la aerolínea de bandera e insistió en que quienes viajan en AA no son los que subsidian a la empresa. Además criticó la postura del sindicato (“para negociar tengo que tomar medidas de fuerza para entender quién tiene poder”) y consideró “necesario quebrar esa mentalidad”.
Constantini recordó que AA lidia con seis gremios directos en forma directa y con varios más en forma indirecta, como los remises. Y contó que les explicó a los gremios que no tiene un “plan mágico” para manejar la empresa, que "no hay un plan que no tenga a los gremios” incluídos, y les pidió que “entiendan más el negocio para que sean socios estratégicos”.
La empresa pasó de 12.400 a 12000 empleados desde que asumió y dijo que los despidos fueron decididos caso por caso.
Para Gustavo Grobocopatel, presidente de Grupo Los Grobo, “la tendencia al desempleo será mayor” si no hay un espacio de discusión entre empresas, sindicatos y gobierno. “Que el trabajo no sea una lucha salarial del semestre, sino para crear calidad de empleos y evitar la pobreza”, dijo.
Advirtió que “sostener el empleo en el futuro estará vinculado a cambiar de trabajo porque ese empleo va a desaparecer y se va a crear otro”. Y por eso abogó por una sociedad que cree empresas, que por cada una que cae, graficó, aparezcan tres.
“Tiene que haber diálogo, pero no para la suba de precios o salarios, sino un diálogo más profundo sobre el futuro”, dijo. Se preguntó dónde va a estar el trabajo ya que, vaticinó, habrá una destrucción del sistema tayloriano y no van a existir más las fábricas que conocemos y en el agro se espera una revolución tecnológica: como ejemplo, mencionó la creación de una máquina que inyecta semillas que al no necesitar tracción no requerirá de tractores ni, consecuentemente, de tractoristas.