Cuando las luces del árbol se encendieron
La llegada de las fiestas conlleva siempre un conjunto de expectativas por el encuentro, las celebraciones, un nuevo año, las vacaciones. Las despedidas de fin de año, las compras de regalos para Nochebuena, las negociaciones familiares sobre el “con quien lo pasamos”?...
Es un tiempo donde los ritmos se relajan y cobran sentido los símbolos atribuidos –principalmente- a la Navidad, que transcienden el año nuevo y se quedan hasta la llegada de los reyes magos.

Independientemente de la religión que se profese, en términos colectivos el árbol navideño le pone un marco de referencia al transitar del mes que se inicia con el Día de la Inmaculada Concepción, fecha en la que tradicionalmente se encienden sus luces.
Reconquista no es ajena al rito. Los comerciantes adornan sus vidrieras, los vecinos iluminan sus frentes, y el Municipio proyecta en la plaza central – el espacio colectivo por naturaleza- “nuestro” árbol navideño. Propios y ajenos son parte en la noche del 7 de diciembre, en vísperas al día de la Virgen, de la emoción de verlo encendido y así empezar a palpitar este tiempo diferente.
El Centro Industrial y Comercial de la ciudad, tampoco es ajeno a la celebración. Como cada año se hace parte activa de la celebración y expresa el deseo sincero de que todos nos permitamos este 8 de diciembre abrigar nuevas esperanzas, como quien vuelve a la niñez por un instante, cuando las luces del árbol se encienden.